Consejos para hacer el Recorrido del Cuerpo
1/. Pase lo que pase (por ejemplo, si te duermes, te dispersas, no dejas de pensar en otras cosas o equivocarte en cuanto a la parte del cuerpo en que te estás enfocando, o si no sientes nada) …. ¡simplemente hay que hacerlo! Estas son tus experiencias en este momento. Simplemente sé consciente de ellas.
2/. Si te estás dispersando mucho, simplemente observa los pensamientos (como acontecimientos pasajeros), para luego traer la mente suavemente otra vez al recorrido corporal.
3/. Suelta cualquier idea de ‘éxito’, ‘fracaso’, ‘hacerlo muy bien’ o ‘intentar purificar el cuerpo’ Este no es un concurso. No es una destreza que hay que luchar por adquirir. La única disciplina que hace falta es una práctica regular y frecuente. Simplemente hay que hacerlo, con una actitud de abertura y curiosidad.
4/. Suelta cualquier expectativa acerca de lo que el recorrido del cuerpo va a hacer para ti: plantéatelo como una semilla que has sembrado. Cuanto más hurgas y te entrometes, menos va a poder desarrollarse. Así que con el recorrido del cuerpo, simplemente hay que darlo las condiciones adecuadas – paz y tranquilidad, y una práctica regular y frecuente. Y ya está. Cuanto más intentas influir lo que va a hacer para ti, menos hará.
5/. Prueba a enfocar tu experiencia de cada momento con una actitud de ‘Vale, que así son las cosas en este momento.’ Si intentas rechazar tus pensamientos, sentimientos o sensaciones corporales, las sensaciones que te están perturbando no van sino a distraerte de hacer cualquier otra cosa. Sé consciente, olvídate de metas, mantente en el momento presente, acepta las cosas tal y como son. ¡Hazlo, sin más!